Breve reseña a la conferencia sobre las vanguardias artísticas del siglo XX dada por Eduardo Subirats, Barcelona 1947 ( filósofo, autor de varios ensayos teóricos y periodísticos) .
En esta conferencia, Subirats nos muestra una visión sintética sobre el significado de las vanguardias desde el punto de vista de su influencia y concepto estilístico y social.
Comienza con una critica a una cita de Antoni Tapies que utiliza como marco de referencia.
Tapies señala que la lucha por la modernidad dista mucho de estar ganada, que los grandes maestros importantes han sembrado ya su labor, y que estamos muy lejos de que la humanidad adquiera una visión moderna y progresista.
En opinión de Subirats, Tapies defiende la modernidad como un más allá mejor. Añade que Tapies no es un representante de la modernidad y le atribuye una construcción política nacionalista. Afirma que la resacralización de la obra de arte y la construcción nacionalista son ajenas a la construcción de Vanguardia, y añade que la vanguardia se defendió como una actitud de crítica, nunca como una visión de más allá.
Subirats hace referencia a la Vanguardia como algo contradictorio, ambiguo, una historia turbulenta de pasos adelante, pasos atrás. Nos habla de una Vanguardia militar, avanzadilla por su capacidad de destrucción, de carácter negativo y nihilista que fue más tarde concepto político stalinista. Vanguardia, dirigentes de destrucción de un orden tradicional para construir otro también totalitario.
En este sentido, es mejor que salve a Tapies de ser representante de la modernidad.
Para relacionar a Tapies con la modernidad, resulta más acertada la definición que de esta nos deja Octavio Paz; “Su fundamento es el cambio, su vista está puesta en el futuro, sus características centrales son la heterogeneidad, la autosuficiencia, la pasión crítica, la negación del pasado a la vez que afirmación de algo distinto y la aceleración del tiempo histórico”.
Subirats distingue dos corrientes opuestas y diferenciadas en las vanguardias:
Una de tradición racionalista; ligada al poder de la civilización como son la ingeniería, la arquitectura y el urbanismo: tradición racionalista ilustrada, cartesiana ( el cubismo); y de racionalidad estética ( Mondrian, Le Corbusier, La Bauhaus).
La otra de tradición romántica; ligada a la poesía, el cine, la literatura, (el expresionismo, el surrealismo). Destaca el surrealismo como una llamada general a combatir la tiranía de la razón en nombre de un lenguaje automático no sacralizado.
La modernidad definida por las vanguardias tiene que ver con la racionalidad, el funcionalismo calvinista, el progreso, el estado del bienestar, el antifascismo. Esto es así por la acción propagandística que se realizó en una exposición ( 1947 en el Museo de Arte Moderno de Nueva York), que reunía todas las obras que el Nacional Socialismo alemán había decretado como degenerado, y que el stalinismo había desplazado como arte oficial en favor de un realismo propagandístico. Con el título “estilo internacional”, en Estados Unidos, país que abandera internacionalmente el ideal moderno de democracia, (dos años después de liquidar la guerra con dos bombas atómicas).
Subirats señala algunas páginas oscuras y críticas que hacen que este cuadro idílico se vuelva nebuloso. Hace referencia a la película Metrópoli de Fritz Lang , que nos muestra el concepto apocalíptico expresionista junto al antídoto, el mesianismo, el concepto mesiánico de artista salvador. Sostiene que ese concepto escapa a un modelo de sociedad racionalizada y democrática.
Destaca el movimiento futurista como elemento básico de la violencia, defensores de la guerra como higiene del mundo. Compara el empleo del Neoplasticismo de Mondrian con la agresividad literaria y fascista de Marinetti.
Subirats hace una referencia a los críticos del arte y cita el libro de Ortega, La deshumanización del arte positivamente destacando su acogida a nivel mundial, añade que la crítica antihumanista no puede desecharse en este contexto. (En este sentido, Ortega destaca el placer artístico o plástico que emana del triunfo sobre lo humano; en el sentido de buscar la fuga de todo lo humano que nos destruye).
Por ultimo habla de los nuevos medios de comunicación de masas, que al estar al alcance de todos, son capaces de crear una nuevo mundo de valores universales, cuyo destino es transformar la existencia humana ( lo mismo que pensaban los vanguardistas), crear un nuevo hombre, como un inmenso programa planetario.
“Yo soy yo y mis circunstancias”...Yo soy mis circunstancias y yo.
“Se trata de si queremos vivir en una sociedad libre o bajo lo que viene a ser una forma de totalitarismo autoimpuesto en el que el rebaño desconcertado se encuentra, además, marginado, dirigido, amedrentado, sometido a la repetición inconsciente de eslóganes patrióticos, e imbuido de un temor reverencial hacia el líder que le salva de la destrucción(...) masas que han alcanzado un nivel cultural superior marchan a toque de corneta repitiendo aquellos mismos eslóganes”.
Noam Chomsky El control de los medios de comunicación.
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